La Casa Blanca condenó inmediata y fuertemente la publicación “irresponsable y peligrosa” de estos documentos, al afirmar que la iniciativa de WikiLeaks podría hacer correr riesgos mortales a muchas personas.
“Que esto quede claro, tales revelaciones hacen correr riesgos a nuestros diplomáticos, a los miembros de los servicios de inteligencia y a personas del mundo entero que piden a EE. UU. que las ayude a promover la democracia y un gobierno transparente”, afirmó el portavoz del presidente Barack Obama, Robert Gibbs.
El Pentágono también condenó esa fuga informativa, denunció el hecho de que los documentos habían sido ilegalmente obtenidos por WikiLeaks, y afirmó haber tomado medidas para evitar que vuelva a ocurrir en el futuro.
Se trata de un cuarto de millón de cables diplomáticos confidenciales de EE. UU. , escribe el diario
Esas notas ofrecen un panorama inédito de las negociaciones tras bambalinas, tal como las llevan adelante las embajadas en todo el mundo”, observa
Dichos documentos ponen en evidencia las prácticas habitualmente tenidas por secretas de la diplomacia estadounidense sobre toda una serie de temas, sensibles o no.
El diario británico
En lo que atañe a Irán, los documentos muestran que Israel urgió a EE. UU., en diciembre del 2009, a ponerse firme con Irán, afirmando que “su estrategia de negociaciones con Teherán no funcionará”, según lo difundido en el sitio
Un telegrama de EE. UU. relata una conversación del 1.º de diciembre del 2009 entre Amos Gilad, director de Asuntos Político-Militares del Ministerio israelí de Defensa, y Ellen Tauscher, subsecretaria de Estado estadounidense. En esta, Gilad dice que “el compromiso estratégico con Irán es una buena idea, pero no funcionará”.
Poco antes de la publicación de los cables diplomáticos, el responsable de WikiLeaks, Julian Assange, dijo durante una videoconferencia en Jordania que los documentos secretos de EE. UU. cubren todos “los grandes temas”.
“Estos miles de documentos secretos emanan de embajadas de EE. UU. del mundo entero, y nosotros ya constatamos la semana pasada que ese país reaccionó, al intentar amortiguar los efectos que podrían tener”, dijo.
Las autoridades de EE. UU. habían advertido a más de doce países, entre ellos a aliados como Australia, Gran Bretaña, Canadá, Israel y Turquía acerca de la publicación de dichos cables.
Rechazaron, el sábado, toda negociación con WikiLeaks, afirmando que el sitio obtuvo los datos violando la ley de EE. UU.
Las primeras fugas de WikiLeaks, en julio, sobre Afganistán, tenían revelaciones no tan sensibles, y sobre Iraq, se referían sobre todo a abusos cometidos entre diferentes facciones iraquíes.
El responsable de WikiLeaks aseguró que nadie ha sido puesto en peligro luego divulgarse este tipo de documentos en el pasado.
Según un reportaje publicado ayer por el sitio