El ministerio del Interior tunecino cifraba en 21 el número de muertos en Kaserín y Thala, otra localidad del centro del país.
“El caos reina en Kaserín (290 km al sur de la capital Túnez) tras una noche de violencia, de disparos de francotiradores, saqueos y robos de comercios y viviendas”, afirmó Sadok Mahmoudi, miembro de la Unión General de Trabajadores Tunecinos. Esta versión fue corroborada por testigos.
“El número de muertos supera los 50”, afirmó el sindicalista Mahmoudi, citando fuentes del hospital regional de Kaserín.
Un funcionario local que pidió el anonimato informó sobre disparos de francotiradores en los techos, y de fuerzas de seguridad que, según él, habrían tirado contra cortejos fúnebres en Kaserín.
Para el gobierno, Kaserín “fue escenario de actos de violencia y de destrucciones cometidas por grupos que atacaron dos comisarías con botellas incendiarias, palos y barras de hierro”, manifestó el ministerio del Interior.
Además, la policía impidió ayer en la capital una manifestación de un centenar de periodistas que protestaban contra la represión de los disturbios sociales y las “trabas” al ejercicio de su labor, indicó uno de ellos.
Tanto Europa como Estados Unidos ya expresaron su preocupación por la situación en este país del norte de África. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, declaró su “inquietud por la escalada de violentos enfrentamientos”.