La vicepresidenta y ministra de Economía de España, Elena Salgado, explicó ayer al concluir la reunión de dos días del Consejo informal de Ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) que “no hay ninguna cifra de capital” sobre la mesa.
La debilidad manifestada por algunas grandes entidades financieras, sobre todo francesas y belgas, con unos balances cargados de deuda pública de Grecia, Portugal, Irlanda, España y, principalemente, Italia, que ha sufrido una clara depreciación de su valor, requiere como pronta medicina un aumento de sus capitales.
“Hay una idea, un consenso de que es bueno que poco a poco las instituciones financieras aumenten su capital para cumplir con los requisitos de lo que finalmente va a ser Basilea III, pero también referente a eventualidades del momento, de turbulencias en los mercados”, dijo Salgado.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha recordado a los ministros que la institución tiene abiertas ventanas de liquidez de cuantía ilimitada, aunque a corto plazo, lo que, según Salgado, no es óptimo pero significa que las necesidades de la banca están garantizadas.
El responsable del Banco Central polaco, Marek Belka, recordó la posibilidad de recurrir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), conforme a lo acordado por los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona el 21 de julio. Sin embargo, los nuevos poderes del FEEF aún no están en vigor.
También Salgado habló de la necesidad “de romper de alguna manera el bucle que hay entre la deuda soberana y la estabilidad de las instituciones financieras”.
La ministra subrayó que la recomendación de recapitalización, no afecta, de momento, a España.
El 20 de julio, la CE publicó su propuesta para adaptar a la legislación europea los acuerdos internacionales de Basilea III sobre solvencia bancaria, de la que se desprende que las entidades europeas necesitarán captar unos 460.000 millones de euros de capital hasta el 2019.
Salgado también apunto a la necesidad de homogeneizar de alguna manera las pruebas de solvencia y de hacer un examen más riguroso para las entidades más sistémicas.
El Ecofin también abordó la posible introducción de una tasa a las transacciones financieras.
Salgado afirmó que hay un consenso entre grandes países de la eurozona, incluida España, para introducir el impuesto, pero el comisario europeo de Mercado Interior, Michael Barnier, reconoció que no hay consenso en la totalidad de todos los miembros de la europeos.