“Los israelíes tienen tres opciones: o piden perdón o aceptan una investigación internacional e imparcial y sus conclusiones. De otro modo, romperemos nuestras relaciones diplomáticas”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu.
El 31 de mayo, las fuerzas especiales israelíes asaltaron en aguas internacionales una flotilla de seis barcos que transportaban ayuda para la franja de Gaza, gobernada por el movimiento islamista palestino Hamás y sometida por Israel a un estricto bloqueo desde 2007.
En el abordaje murieron ocho ciudadanos turcos y un binacional turco-estadounidense, que se encontraban a bordo del ferri
Israel dice que sus comandos fueron atacados en cuanto abordaron el ferri y que recurrieron a la fuerza para defenderse. Pero los pasajeros del ferri sostienen que los israelíes dispararon nada más subir a la embarcación.
Ayer, la respuesta del Gobierno de Tel Aviv tampoco se hizo esperar. El ministro de Asuntos Exteriores, el ultraderechista Avigdor Lieberman, aseguró que “quien debe pedir disculpas es Turquía”, ya que, según la versión oficial de Israel, sus soldados fueron atacados por “una turba que casi los mata” y tuvieron de defenderse.
Israel no ha accedido a aceptar las investigaciones de una comisión internacional, tal y como exige el gobierno islamista moderado de Ankara, sino que estableció una comisión propia.
En una entrevista con el diario turco
Por otro lado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió el 18 de junio enviar una misión a Israel. “Hemos estado siguiendo los estudios de la misión de la ONU y estableceremos un calendario de acuerdo con ella”, explicó el jefe de la diplomacia turca.
“La recuperación de las relaciones no será posible si Israel no se disculpa. Aún no hemos establecido un plazo (para que pida perdón). Estamos esperando”, añadió.
Lo que sí está decidido, por el momento, es que ningún avión militar israelí podrá sobrevolar el espacio aéreo turco.