Unas 10.000 toneladas de este maíz contaminado, procedente de Serbia, fue entregado a 13 fabricantes de Baja Sajonia (norte) que la utilizan para producir alimentos para bovinos, cerdos y aves, precisó el ministerio de Agricultura de este Estado regional, en un comunicado.
Estos fabricantes lo suministraron en total a unas 3.560 explotaciones agrícolas de Baja Sajonia, y en menor cantidad a otros Estados y a Holanda.
Pero el ministerio regional quiso mostrarse tranquilizador al estimar "improbable" un riesgo para el consumidor, tanto para la leche o la carne procedente de los animales alimentados con ese pienso.
La sustancia, una aflatoxina B1, altamente cancerígena, producida por champiñones Aspergillus Flavus presentes en los granos, llegó a 0,204 mg/kg en los piensos contaminados, cuando el límite autorizado es de 0,02 mg/kg, según las autoridades.