An embassy security guard arrives at the Gate 2 of the US embassy just minutes after a suicide bomber has detonated an explosive device at the entrance of the U.S. Embassy in the Turkish capital, Ankara, Turkey, Friday, Feb. 1, 2013, At least two people are dead, officials said. An Associated Press journalist on Friday saw a body in the street in front of an embassy side entrance. (AP Photo/Yavuz Ozden, Milliyet) TURKEY OUT - INTERNET OUT (Yavuz Ozden)
Washington y Ankara. AFP. El Departamento de Estado se felicitó ayer del dispositivo de seguridad en torno a la Embajada de Ankara que permitió evitar un balance más alto de muertos en un atentado suicida en el que perecieron un kamikaze y un agente turco de custodia.
“Gracias al nivel de protección de nuestro puesto (diplomático) en Ankara no ha habido más muertos y heridos”, declaró la portavoz de la diplomacia estadounidense, Victoria Nuland, quien reiteró que Estados Unidos condenaba “con firmeza” este ataque suicida “terrorista”.
Ninguna organización se ha responsabilizado por el golpe, mas las autoridades turca sospechan que fue obra de ultraiquierdistas.
La explosión en un punto de control de seguridad cercano a la entrada de la sede en el barrio diplomático deAnkara, fue el más reciente de una serie de ataques contra delegaciones estadounidenses en el mundo musulmán.
Ocurrió después de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dispuso en diciembre el despliegue de baterías de sistemas antimisiles Patriot para ayudar a Turquía a repeler eventuales lanzamientos de cohetes desde la vecina Siria, inmersa en una guerra civil desde hace casi dos años.
Los canales de televisión turcos establecieron un vínculo entre el atentado y la visita prevista del nuevo secretario de Estado estadounidense, John Kerry, al país.
“El guardia que estaba ahí, en su lado de la barrera de seguridad resultó muerto, pero otros dos que estaban en el mismo edificio, pero en el otro lado del vidrio, sobrevivieron”, informó Nuland.
“Tenemos una visitante turca que está gravemente herida”, afirmó la vocera del Departamento.
Varias personas más fueron tratadas de pequeñas heridas por personal de la Embajada.
La explosión causó destrozos en edificios de las inmediaciones, pero no dañó el interior de la embajada, según un miembro turco del personal de la legación.
“Estamos tristes, hemos perdido a uno de los guardias turcos”, declaró a la prensa el embajador estadounidense, Francis Ricciardone.
La explosión “pareció un sismo”, expresó a la AFP Ahmet Mete, que trabaja para una compañía de seguros, al comentar la explosión.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que el atacante era miembro del Partido Revolucionario de Liberación del Pueblo, un grupo radical de izquierda al que se acusa de distintos ataques, entre ellos bombas suicidas.
En el mismo sentido, el ministro del Interior, Muammer Guler, aseveró que “las primeras pistas indican que el kamikaze era un militante de una organización clandestina de izquierda. Sus huellas digitales están siendo analizadas”.