Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), que participan en un proceso de paz con el gobierno de Santos desde noviembre del 2012, han sufrido desde el domingo ataques militares que le han costado la vida a 26 de sus guerrilleros.
Un balance que, según los analistas, puede favorecer la imagen de Santos de cara a los comicios presidenciales del 25 de mayo, en los que buscará su reelección .
“La ofensiva continúa. Pero al mismo tiempo estamos buscando esa negociación para que toda esta violencia que nos ha desangrado durante 50 años, la pongamos a un lado y continuemos el desarrollo del país”, manifestó Santos.
Para los expertos, ese discurso es una forma de responder a sus detractores, en especial al expresidente Álvaro Uribe, quien durante su gobierno (2002-2010) llevó adelante una política de combate sin cuartel a la guerrilla. Uribe es ahora en el más fuerte crítico del diálogo con las FARC y busca un asiento en el Senado en las elecciones legislativas del 9 de marzo.
“El objetivo es mostrar que ahora se pasó la página de Uribe y que él (Santos) representa el único camino para la paz”, declaró Sandra Borda, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de los Andes.
Para el experto en resolución de conflictos de la Universidad Nacional, Jaime Zuluaga, el mensaje de Santos “cumple un doble objetivo: el de acallar las críticas de los sectores cercanos a Uribe, contrario a las negociaciones, y de favorecer su proceso de reelección”.
Los enfrentamientos con la guerrilla se reflejan en las encuestas: los atentados atribuidos a las FARC hacen caer la popularidad del presidente, mientras que los ataques militares la hacen subir.