EscucharLa Habana. (AFP). El presidente de Cuba, Raúl Castro, apoya los derechos de los homosexuales, incluida la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo, según dijo este sábado su hija, la sexóloga Mariela Castro, que impulsa la cruzada contra la homofobia en la isla.
"Él ha hecho un poco abogacía, hablando de la necesidad de avanzar también en los derechos por la orientación sexual y la identidad de género", dijo Mariela Castro a la prensa, al responder la pregunta si su padre la apoya en su campaña para que el Parlamento legalice las uniones de personas del mismo sexo.
La sexóloga, que dirige el Centro Nacional de Educación Sexual, destacó que Raúl Castro se "ha manifestado sobre el tema en varias ocasiones", entre ellas "en el congreso" del gobernante Partido Comunista (único), celebrado en abril de 2011, en "el Parlamento" y en otras "pequeñas reuniones".
"El presidente cubano (...) ha estado hablando sobre el tema, pero él no lo ha hecho público, seguramente es parte de su tácticas y de su estrategias", añadió Mariela, tras encabezar una multitudinaria conga (danza popular cubana de origen africano) contra la homofobia por calles del centro de La Habana.
"Él mismo ha hablado de que, como socialismo, no podemos avanzar si seguimos conviviendo con esos prejuicios", apuntó la sexóloga.
El martes, en la apertura de la Quinta Jornada Cubana contra la Homofobia, que se extenderá hasta el fin de mes, Mariela Castro dijo que esperaba que el Parlamento apruebe este año la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo.
La propuesta a debatir no está referida a matrimonios, sino a uniones consensuales, amparadas por la legislación.
La homosexualidad, tradicionalmente estigmatizada en Cuba, fue reprimida tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959, con internamientos en campos de trabajo en los años 1960 y con la marginación durante el "quinquenio gris" de los 70. Raúl Castro sucedió en el mando a su hermano enfermo en 2006.
En enero pasado, la primera Conferencia Nacional de Partido Comunista acordó acabar con todo tipo de discriminación, incluso por orientación sexual.
