El aparato, que se dirigía de París a la capital de Líbano, tuvo que ser desviado en medio de tensiones cerca del aeropuerto de Beirut, el miércoles. Con poco combustible, terminó por aterrizar en Damasco, la capital de la vecina Siria, donde la guerra civil hace estragos.
Un portavoz de Air France explicó que la tripulación les pidió a los pasajeros dinero en efectivo solo como una medida de precaución, debido a circunstancias muy inusuales. Las sanciones que pesan sobre Siria complicaban el pago del carburante adicional.
Agregó que Air France encontró una manera de pagar por el combustible sin necesidad de acudir finalmente a los viajeros y se disculpó por las molestias.
La aeronave despegó tras pasar la noche en Chipre y después aterrizó en Beirut el jueves, con todos sanos y salvos.