“La Embajada de Perú en la Federación de Rusia se mantiene en estrecha coordinación con las autoridades de ese país a efectos de que se practiquen los procedimientos correspondientes a fin de esclarecer este lamentable hecho”, subrayó una nota de prensa del ministerio de Relaciones Exteriores.
En ese documento la cancillería cumplió con el “penoso deber de informar” el hallazgo del cuerpo del diplomático, encontrado al deshielarse las aguas de un canal del río Moscova, adyacente al malecón Kadashévskiy, cercano al club Rolling Stones, donde el funcionario fue visto por última vez.
El cuerpo fue identificado por un tatuaje, informó la Policía a las agencias de noticias rusas.
Del Castillo Cebreros, de 30 años, que trabajaba en la embajada peruana en Moscú desde hacía dos años, desapareció el primer día del año tras salir de una discoteca moscovita hacia las seis de la mañana.
El portavoz de la oficina de investigaciones de la Policía rusa, Vladimir Markin, dijo a la agencia Interfax que el cuerpo del diplomático no presentaba lesiones, lo que hacía pensar que no fue asesinado.
El hallazgo del cadáver coincidió con la decisión de Perú de cesar a su embajadora en Rusia, Martha Toledo-Ocampo, por razones que no fueron explicadas.