Barcelona AP El papa Benedicto XVI defendió con fuerza ayer a las familias tradicionales y los derechos de los nonatos, al criticar directamente las leyes españolas que permiten el matrimonio entre homosexuales, el divorcio y el aborto mientras consagraba la emblemática basílica de Barcelona, la Sagrada Familia.
El Papa criticó el divorcio y el matrimonio entre homosexuales, al decir que: “las familias se construyen sobre el amor indisoluble de un hombre y una mujer”. También atacó las leyes que permiten el aborto, pues advirtió que la vida de los niños debe ser defendida como inviolable desde el momento de su concepción.
Fue la segunda vez en su visita de dos días a España en que el Sumo Pontífice criticó las políticas del gobierno socialista y pidió a Europa volver a descubrir las enseñanzas del cristianismo y aplicarlas a la vida cotidiana.
Al paso de la caravana papal hacia la iglesia barcelonesa, un centenar de parejas de hombres y mujeres homosexuales se besaron al mismo tiempo como señal de desacuerdo a las posiciones del Vaticano en torno a la homosexualidad, el uso de preservativos y otros temas.
Cerca de la mitad de los manifestantes se besaron, mientras los demás abuchearon al Papa, quien viajaba en el papamóvil.
Los manifestantes dijeron que se oponían a la visita de dos días del Papa, durante la cual criticó lo que consideró un agresivo movimiento anticlerical en España.
En otra protesta, cerca de 500 personas marcharon con pancartas que decían: ‘La mujer decide ser madre’ y ‘Los condones salvan, el Papa condena’. Una de las organizadoras, Montse Cevara, destacó que era importante expresar desacuerdo, dado que: “la Iglesia está en contra de todos los derechos por los que hemos luchado, como el derecho a elegir”.
Basílica inconclusa. En contraste, cerca de 250.000 personas salieron a vitorear al Papa y a presenciar la inauguración formal de la basílica de Barcelona, una maravilla arquitectónica ideada por Antoni Gaudí, aún inconclusa luego de más de 100 años de construcción.
El Papa se ha concentrado en combatir las tendencias secularistas de Occidente, como el reconocimiento de las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Ya hizo dos visitas a España y tiene planeada una para el año próximo, una señal de que considera a este país, otrora firmemente católico, un campo de batalla para el futuro de la fe católica en el continente.
En su homilía dominical, el Papa dijo que el templo fue hecho en honor a Jesús, María y José, la Sagrada Familia para los católicos.
Asimismo, el Papa se reunió con el rey Juan Carlos y la reina Sofía en el aeropuerto y luego con el jefe de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto informal y discreto de 10 minutos.