Según la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), los árboles se encontraban en la frontera entre ambos países “del lado israelí”, pero en una zona que el Líbano considera reservada respecto al trazado de la Línea Azul.
La Línea Azul fue establecida por la ONU como frontera tras la retirada del Ejército israelí del Líbano Sur en mayo del 2000, al término de 22 años de ocupación.
Un portavoz militar libanés afirmó que los enfrentamientos del martes, en los que murieron tres libaneses y un oficial israelí, estallaron después de que soldados israelíes intentasen sacar un árbol del lado libanés, pues este estaba en un territorio controvertido.
Aparentemente, el objetivo de los israelíes era ver mejor hacia Líbano, ya que dichos árboles les impedían vigilar la zona.
El Ejército israelí desplegó refuerzos en el sector de la frontera libanesa donde estallaron los choques, pero el ministro de Defensa, Ehud Barak, afirmó que no quiere “una escalada con Líbano”.
“Espero que tengamos un verano tranquilo y que las cosas vuelvan a la normalidad”, afirmó Barak a la radio pública.
“Hay provocación y reaccionamos de manera moderada, justa e inmediata. Es necesario actuar de modo que un incidente local no degenere en una crisis”, agregó.
El jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, advirtió que sus militantes no se quedarán con los brazos cruzados si Israel ataca al Ejército libanés nuevamente.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU expresó su preocupación por los enfrentamientos y se unió al titular del organismo, Ban Ki-moon, en su llamado a la máxima moderación.
Estados Unidos también urgió a Israel y Líbano a ejercer moderación, mientras que el presidente sirio, Bashar al Asad, garantizó a Líbano su apoyo e Irán condenó la incursión del ejército israelí.
En el 2006, la organización islamista libanesa Hezbolá secuestró a dos soldados israelíes por lo que el país vecino lanzó una ofensiva militar en Líbano que provocó la muerte de 1.200 libaneses, en su mayoría civiles y 160 israelíes.