Oslo. AFP Noruega enterró ayer a las primeras víctimas de la matanza de hace una semana en Oslo, cuyo autor confeso, el extremista Anders Behring Breivik, prestaba declaración ante la policía y será examinado por dos psiquiatras para determinar si es penalmente responsable de esos actos.
Centenares de personas se congregaron en una iglesia de Nesodden, municipio a la orilla del fiordo de Oslo, para despedir a Bano Rashid, una chica de 18 años de origen kurdo, quien se encontraba junto a unas 600 personas de las juventudes socialistas en la isla de Utoya.
La adolescente, de largos cabellos castaños, llegó en 1996 a Noruega huyendo de Irak con su familia, en busca de seguridad.
Rashid es una de las 68 personas que perecieron en Utoya. Otra víctima, Ismail Haji Ahmed, un chico de 19 años, perteneciente a una minoría étnica, también fue enterrado ayer.
Por otra parte, Behring Breivik, autor confeso de los hechos, que se encuentra en prisión preventiva, fue interrogado ayer por segunda vez en la sede de la Policía en Oslo, adonde llegó en un vehículo blindado con las ventanas cubiertas por plásticos para ser protegido de los objetivos de las cámaras.