La marcha de Chiapas, en la que participaron el sábado decenas de personas, se realizó en la comunidad de Arriaga.
Esa población es uno de los sitios por donde pasan los indocumentados para subirse a un tren de carga que los conduce hacia el centro del país, como parte de una travesía de más de 1.700 kilómetros para llegar a Estados Unidos.
Como ocurre en Estados Unidos cuando los inmigrantes ilegales mexicanos y centroamericanos salen a las calles a rechazar las medidas antiinmigrantes, esta vez la protesta se realizó en México.
Los manifestantes, algunos con el rostro cubierto, exigieron seguridad en su peligroso viaje y una investigación de la matanza.