“El viernes a las tres y media de la tarde el compañero José Cecilio Pérez fue secuestrado en Tocoa por hombres vestidos de azul, guardias de terratenientes, y ahora el cuerpo fue encontrado a la orilla de una quebrada”, dijo el presidente del Movimiento Auténtico Reivindicador Campesino del Aguán (Marca), Julián Hernández.
Según informó Hernández, Pérez y otros miembros de Marca habían retirado el viernes de un banco de la localidad de Tocoa el equivalente a $16.000 destinados al pago de salarios de los integrantes de la cooperativa El Despertar, en las afueras de la ciudad.
El vehículo en que transportaban el dinero fue interceptado en una carretera por tres hombres armados, que se incautaron del auto y se llevaron a Pérez, agregó.
El cadáver del campesino fue hallado en la mañana de ayer “a la orilla de un río, cerca de una finca de palma africana” y el vehículo fue encontrado a poca distancia.
Hernández descartó que el móvil del asesinato hubiera sido el robo. “Es una estrategia de los terratenientes de hacer aparecer que fue por robo”, comentó.
El pasado domingo, y en la misma zona, otros tres campesinos fueron asesinados mientras esperaban un autobús, al ser alcanzados por balas disparadas desde un vehículo.
Más de 80 personas han muerto en el conflicto en la zona del Aguán, que estalló en el 2009, cuando miles de campesinos ocuparon vastas extensiones de tierras cultivadas con palma africana propiedad de terratenientes.
Los campesinos sostienen que esas tierras les pertenecen desde que en la década de 1980 les fue entregada en el marco de una reforma agraria.
En 1992, una ley permitió que esas parcelas fueran vendidas, y algunos dirigentes de los agricultores, a espaldas de sus bases, las cedieron a precios bajos a los terratenientes.
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