Luego de las elecciones de medio período en Estados Unidos, en las cuales cambió el panorama del Congreso bicameral por el triunfo republicano, los analistas y expertos esperan una disminución en la ayuda a Latinoamérica y un posible achicamiento en los fondos asignados a programas de lucha antidrogas en el área.
Esto resumiría la necesidad de concentrarse en la recuperación de la frágil economía local.
El triunfo republicano (partido de posiciones conservadoras) probablemente desencadenará recortes presupuestarios que afectarán la ayuda externa de EE. UU. a Latinoamérica y el Caribe, opinó el analista Andrés Oppenheimer, en una columna publicada en
Los comicios de medio período, el 2 de noviembre, giraron en torno a la disconformidad de los electores con la gestión del presidente demócrata Barack Obama en el manejo de la economía y la alta tasa de desempleo (9,6% en octubre). Como resultado, el partido republicano ganó el control de la Cámara de Representantes y los demócratas perdieron escaños en el Senado, aunque no el control del mismo.
Quizás el único tema de campaña de corte internacional de las elecciones fue el de la inmigración, aunque se perfiló como un asunto interno (ver nota aparte).
En la entrevista de Oppenheimer al demócrata Eliot L. Engel, actual presidente del Subcomité del Hemisferio Occidental de la Cámara, éste último advirtió que “habrá una enorme presión para recortar la ayuda externa” de programas tales como el Plan Mérida, una iniciativa antidrogas dirigida a México y Centroamérica, y el Plan Colombia, un acuerdo bilateral de 1999 para la revitalización social y económica, el fin del conflicto armado y la creación de una estrategia antidrogas.
La directora del programa latinoamericano del Centro Wilson, Cynthia Arnson, opinó que América Latina no será un tema prioritario para el próximo Congreso. “Los debates entre partidos sobre el déficit y las guerras en Iraq y Afganistán serán más agudos, y eso dificultará que América Latina sea prioridad ante posiciones tan polarizadas”, anticipó Arnson al diario
“De todas formas, la influencia de EE. UU. en Latinoamérica ha bajado por las guerras y el enfoque en la economía interna y desempleo”, detalló a
A Engel le preocupa la situación. “Sería un gran error, porque es un momento en que países como Brasil y Venezuela están aumentando su influencia regional, y si cortamos la ayuda externa daremos la impresión de que nos estamos desentendiendo de la región”.
Sobre la lucha antidrogas, Shifter recordó que en el gobierno de Obama hay una gran preocupación por el narcotráfico y el alarmante aumento de la violencia y criminalidad en México y Centroamérica, por lo que el considera que los recursos para el Plan Mérida subirán o al menos seguirán iguales.
Por otro lado, según Oppenheimer, una mayor presencia republicana podría aumentar las posibilidades de que el Congreso apruebe los acuerdos de libre comercio con Colombia y Panamá (así como con Corea del Sur). El proceso de ratificación lleva varios años en espera.
“Aunque los republicanos están, en general, más anuentes (que los demócratas) a aprobar tratados de libre comercio, la rama ultraconservadora Tea Party tiende a ver más ‘hacia adentro’ del país, lo que podría causar divisiones dentro del partido en la Cámara de Representantes. No hay que olvidar que el actual grupo de republicanos es heterogéneo”, dijo Shifter.