“En los próximos días haremos disparos de ensayo de todo tipo de misiles tierra-mar, mar-mar y tierra-aire, así como de lanzacohetes”, declaró el comodoro Mahmud Musavi a la televisión estatal.
La agencia de noticias iraní, Fars, indicó poco antes que los ensayos habían comenzado utilizando “misiles de largo alcance” disparados desde la costa y barcos. Estos ejercicios de la marina, que durarán 10 días, comenzaron el 24 de diciembre y deben finalizar mañana.
El vicepresidente iraní, Reza Rahimi amenazó esta semana con que “ni una gota de petróleo” pasará a través del estrecho de Ormuz si los gobiernos occidentales aplican sanciones adicionales debido a su programa nuclear.
EE. UU., cuyo Ejército tiene la base de la Quinta Flota de la Armada en el Golfo, sostuvo que esas amenazas del gobierno iraní constituían un “comportamiento irracional” e indicó que el cierre del estrecho “no será tolerado”.
Las autoridades iraníes desoyeron esa advertencia y el jefe de la Armada, el almirante Habibolá Sayari, respondió que para ellos sería “muy fácil” cerrar el estrecho .
Coincidiendo con estos momentos tensión creciente en la zona, EE. UU. anunció la firma de un acuerdo de venta de 84 nuevos cazas a Arabia Saudí, principal enemigo iraní en la región, por un monto de casi $30.000 millones. Esa venta es “un mensaje fuerte” a los países del Golfo, según Washington.
Casi el 20% del petróleo mundial pasa a través del estrecho de Ormuz, en la entrada del Golfo, lo que lo convierte en el “cuello de botella más importante” del planeta, de acuerdo con informaciones difundidas el viernes por la Administración Estadounidense de Información sobre la Energía.
Unos 14 petroleros cargados con crudo atraviesan al día este pequeño estrecho, cargando 17 millones de barriles. En total, 35% de todo el petróleo transportado por vía marítima pasó por allí este año.
Irán espera nuevas sanciones por su polémico programa nuclear que se unirán a las ya impuestas por la ONU y, de manera unilateral, por EE. UU. y sus aliados.
Las últimas sanciones provocaron una manifestación en Teherán que acabó con el asalto a la embajada británica. Londres reaccionó cerrando la delegación y ordenando la clausura de la embajada iraní en el Reino Unido. Los analistas y los mercados del crudo estudian con atención los acontecimientos.