Ayer por la tarde, se esperaba que el meteoro se moviera de oeste al noroeste, trayecto que lo llevaría hoy a pasar por el norte de República Dominicana y Haití, informó el el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en Miami.
El aeropuerto internacional de Puerto Rico estuvo cerrado casi todo el día ayer, lo que ocasionó la suspensión de la mayoría de vuelos y varias de las principales carreteras están intransitables por las inundaciones, así como los árboles y postes del tendido eléctrico caídos.
El reporte precisó que mañana las islas Turcas y Caicos, así como el sureste de las Bahamas, sufrirán los estragos del ciclón categoría uno, el nivel más leve según la escala Saffir-Simpson.
Irene era hasta el domingo una tormenta tropical que se convirtió en huracán tras su paso por Puerto Rico, donde hasta la mañana de ayer había dejado a unos 950.000 abonados sin fluido eléctrico y 118.000 sin agua potable debido a las fuertes precipitaciones.
Además, unas 600 personas acudieron a refugios debido a inundaciones de sus viviendas o daños en las vías públicas aledañas, indicaron las autoridades.
El gobernador de la isla, Luis Fortuño, anunció que decretará el estado de emergencia para que se movilicen las ayudas de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias estadounidense (FEMA).
“Hoy van a continuar las lluvias en todo Puerto Rico”, dijo Fortuño tras agregar que hoy se verá si se retoman las clases en las escuelas y funciones en la administración pública cerradas por prevención.
Ayer en la tarde permanecían abiertos los refugios en distintas zonas de Puerto Rico, isla de 3,8 millones de habitantes que desde hace 13 años no sentía un huracán.
La capital, Santo Domingo, y otras 23 provincias están en alerta máxima mientras que las ocho restantes en alerta amarilla. Las clases fueron suspendidas y las embarcaciones de menor calado deben permanecer en los puertos.
En Puerto Príncipe, capital de Haití, la embajada de Estados Unidos anunció que el buque-hospital