París (AFP y AP). El gobierno francés instó hoy a sus ciudadanos, “cuya presencia en Malí no sea imprescindible”, a “abandonar temporalmente el país”, esto debido a una “sensible degradación de la (...) seguridad”.
“Dada la sensible degradación de la (...) seguridad en Malí , se desaconseja formalmente hasta nueva orden viajar a este país”, indica el ministerio de Relaciones Exteriores francés en un comunicado de prensa.
El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, habló por teléfono con el secretario de Defensa estadounidense Leon Panetta sobre la crisis de Malí y proyectaba hacer otro tanto con sus homólogos británico y alemán, anunció el propio ministro.
Le Drian, que interrumpió el almuerzo para hablar con Panetta, constató un periodista que iba a hablar también al final del día con sus homólogos Philip Hammond (Gran Bretaña) y Thomas de Maizière (Alemania).
La Unión Europea (UE) advirtió hoy de que los avances de los grupos rebeldes del norte de Malí hacen necesaria una rápida reacción internacional para restaurar la estabilidad en el país y anunció que acelerará los preparativos de la misión militar que enviará para formar a soldados malienses.
El norte de Malí se convirtió el año pasado en santuario de los grupos islamistas armados vinculados a Al Qaida donde impera la ‘charia’ (ley islámica), una amenaza directa para África y Europa, dispuestos a intervenir militarmente con el aval de la ONU.
El desarrollo de esta crisis en Malí se inició a mediados de enero con una ofensiva en el Norte de los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), aliados con los islamistas: los Tuareg, que se consideran abandonados por el poder central en Bamako desde hace décadas, querían convertirse en dueños de su destino.