Un clérigo chiita de Kerbala, el jeque Hamid al-Bahdali, destacó que los fieles llegaron a pie en últimos días desde todas partes de Irak a esta ciudad santa, a participar en la celebración concluida ayer.
También acudieron peregrinos de países como Irán, Pakistán y países del Golfo como Arabia Saudí, Kuwait y Baréin.
El imán al- Mahdi, último de doce imanes venerados por los chiitas, entró en un periodo de ocultamiento en siglo IX y, según la tradición, volverá al final de los tiempos a la Tierra a salvar a la humanidad de la injusticia y restaurar la paz.
La celebración estuvo marcada por la aplicación de un amplio plan de seguridad del Ministerio de Defensa, que incluyó el despliegue de 38.000 soldados y policías, con el respaldo de 26 helicópteros.
El portavoz del Ministerio, el coronel Diaa al-Wakil, adelantó que el plan seguirá hasta que se marchen los peregrinos, para los que se han dispuesto vehículos que los lleven a sus sitios de origen. El plan vino luego que el 3 de julio murieran unas 25 personas y otras 75 resultaran heridas por una explosión en al- Diwaniya.