Frontera de EE. UU. y México sufre inundaciones

Nuevo Laredo. AP. Un hombre de nacionalidad mexicana murió ayer dentro de una camioneta que fue arrastrada en una avenida inundada por el desbordamiento del río Bravo, en la frontera entre México y Estados Unidos, donde se reabrió otro puente internacional que había sido cerrado por el aumento de las aguas.

El Departamento de Bomberos de la localidad fronteriza mexicana de Nuevo Laredo informó en un reporte que el hombre entró con su auto compacto a una avenida paralela al Río Bravo pese a que ya estaba inundada, cuando al parecer intentaba llegar a uno de los puentes internacionales para cruzar hacia Laredo, Texas.

Unas horas después del fallecimiento de la persona identificada como Alejandro Moreno González, tres miembros de una familia intentaron cruzar la misma avenida y su camioneta fue arrastrada, aunque lograron ser rescatados por los bomberos.

El noreste de México, incluida la zona fronteriza con los Estados Unidos, han padecido en los últimos días por severas lluvias provocadas tanto por el paso del huracán Alex a finales de junio como por una depresión tropical que tocó tierra el jueves.

Mucha agua. Miles de personas han sido evacuadas en comunidades mexicanas, mientras las autoridades han abierto las compuertas de presas para evacuar el exceso de agua hacia ríos, ya crecidos por las mismas lluvias.

Más de 20 personas han muerto desde el paso del huracán Alex por situaciones vinculadas con las lluvias: Al menos 12 en el estado norteño de Nuevo León e igual número en el vecino Coahuila, incluidas ocho personas al caer una avioneta en la que funcionarios supervisaban los daños por las inundaciones y cuatro ahogadas por el desbordamiento de un arroyo.

Otra persona de nacionalidad mexicana murió el jueves en una ciudad fronteriza del estado de Tamaulipas al intentar cruzar una calle inundada.

El aumento en el caudal del río Bravo obligó a las autoridades mexicanas a cerrar esta semana dos puentes internacionales que llevan a Laredo, Texas.

Sin embargo, uno de ellos fue abierto el viernes y el segundo ayer, informó el alcalde de Nuevo Laredo, Ramón Garza.

Las autoridades locales decidieron, no obstante, cerrar las carreteras que unen Nuevo Laredo con algunas ciudades mexicanas como Monterrey, Reynosa y Anáhuac, debido al desbordamiento del río Salado, cuyo nivel ha subido tanto por las lluvias como por el desfogue en su cauce de aguas procedentes de una presa.