“Vamos a Corea del Norte con la esperanza de llevar la paz”, confió el gobernador de Nuevo México, exembajador ante la ONU y exsecretario de Comercio del presidente demócrata Bill Clinton, en declaraciones de prensa en el aeropuerto de Pekín antes de su partida.
El Ejército surcoreano anunció ayer ejercicios de artillería con balas reales entre mañana y el martes en la isla de Yeonpyeong, en el mar Amarillo, en una zona en litigio entre los dos países, que fue bombardeada a fines de noviembre por el Ejército norcoreano.
Ese ataque, que caldeó el ambiente en la región, fue condenado por las principales potencias mundiales, exceptuando a China, principal sostén del régimen norcoreano, que asegura haberse limitado a replicar a disparos del Sur.
Miembros de las fuerzas de la ONU en Corea del Sur, bajo comandancia estadounidense, asistirán a los ejercicios, precisó el Ejército surcoreano.
Richardson fue invitado a Corea del Norte, donde permanecerá hasta el 20 de diciembre. La invitación fue formulada por Kim Kye-gwan, negociador jefe norcoreano en las conversaciones multipartitas sobre el programa nuclear de su país.
Corea del Norte “apoya todas las proposiciones de diálogo incluyendo las discusiones a seis bandas (Japón, China, Rusia, EE. UU. y las dos Coreas) guiada por la voluntad de evitar una guerra y de culminar en la desnuclearización de la Península Coreana, pero nunca implorará por ellas”, declaró un portavoz del ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores.