La idea más revolucionaria fue la de mantener una serie de debates televisivos entre los principales candidatos a primer ministro porque introdujo una dosis de personalismo en los comicios.
Este fenómeno explica en gran medida el meteórico avance del líder liberal demócrata Nick Clegg, a quien ahora muchos llaman “el Obama británico”.
Las elecciones en Gran Bretaña serán el 6 de mayo. Según encuestas, 43% de los británicos cree que Clegg ganará, contra 26% a favor de David Cameron y 20% del primer ministro Gordon Brown.
Por más que su partido se encuentre en las antípodas de los demócratas norteamericanos, el líder del partido Conservador, David Cameron, recibe consejos de Bill Knapp, asesor personal de Obama durante las primarias, y de Anita Dunn, jefa de Comunicaciones de la Casa Blanca durante el mandato de Bill Clinton.
Michael Sheehan, un entrenador de voz que trabajó con Obama, trató de enseñarle al Primer Ministro Brown, del partido Laborista, cómo relajarse y ofrecer una imagen menos acartonada.
Cameron, un hombre de clase alta, parecería tener muy poco en común con el primer presidente negro de Estados Unidos, que creció en un barrio pobre de Chicago. Aun así, el líder tory está haciendo todo lo posible porque se le compare con el. Llama a los británicos a votar “por el cambio y por la esperanza”, destaca su juventud (43 años) o viste camisas blancas que se arremanga ante el público.
En visita a un barrio pobre del este londinense, Cameron dijo que espera que un día un joven negro, “una versión de Obama de los suburbios marginales de aquí, pueda llegar a Downing Street”.
“El Partido Conservador está ideológicamente desarraigado y parece haber sido invadido por una banda de extraterrestres”, sostiene Gerald Warner, exasesor del primer ministro “tory” John Major.
Los conservadores tapizaron las calles con pósteres que muestran a Brown con una sonrisa artificial y acompañado por las consignas: “Yo dupliqué la deuda nacional-Vota por mí” y hacen uso de las redes sociales.
El Partido Laborista respondió con un sitio web satírico ( mydavidcameron.com ) en el cual Cameron ofrece “un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos”.
Pero no todas las tácticas importadas parecen ser exitosas. David Blunkett, exministro del Interior laborista, buscó ampliar la base de donantes de su partido recaudando modestas sumas de dinero. A diferencia de Obama que recaudó de esa forma millones de dólares para su campaña, este solo obtuvo 40 libras (unos 60 dólares).