Entre los efectivos en servicio activo, 26 soldados se autoeliminaron el último mes, mientras que 12 tomaron la misma decisión en junio, de acuerdo con el comunicado castrense.
El número de víctimas de julio fue mayor que en ningún otro mes desde el 2009, cuando el ejército comenzó a hacer registros documentados de la tasa de suicidio mensual, señalaron los oficiales.
El ejército, tras diez años de guerras en Irak y Afganistán, registra las tasas de suicidio más altas entre todos los servicios armados de Estados Unidos.
Los comandantes crearon una pléyade de programas e investigaciones para tratar de entender qué es lo que está conduciendo a tantos soldados a quitarse la vida.
"El suicidio es el enemigo más difícil que he enfrentado en mis 37 años en el ejército", dijo el general Lloyd Austin, subjefe del comando del Ejército de Estados Unidos.
"Yo creo que el suicidio puede prevenirse", añadió Austin, "para combatirlo efectivamente se requerirán soluciones sofisticadas dirigidas a ayudar a los individuos a construir resiliencia y fortalecer sus capacidades para enfrentar la vida".