Pekín. AFP. Una quincena de defensores de los derechos humanos siguen sin dar noticias desde ayer, probablemente acallados por las autoridades, inquietas por las convocatorias que se han hecho desde internet para salir a la calle a pedir el fin del partido único.
Según activistas, la quincena de abogados y defensores de derechos humanos han sido detenidos preventivamente.
“Varios defensores de derechos humanos han desaparecido (en detención policial) estos últimos días, otros están confinados en sus domicilios y sus teléfonos móviles han sido bloqueados”, declaró la abogada Ni Yulan.
“El número de policías ante mi puerta aumentó. Nos siguen si salimos”, precisó la abogada al hablar de ella y su marido.
Llamadas telefónicas dirigidas a varios militantes de los derechos humanos, entre ellos Teng Biao, Xu Zhiyong y Jiang Tianyong, no han tenido respuesta hasta hoy.
Un mensaje difundido en internet alentaba a los “trabajadores sin empleo y a las víctimas de las expulsiones forzosas a participar en manifestaciones, gritar consignas y reclamar la libertad, la democracia y las reformas políticas para poner fin al partido único”.
Estos mensajes, sin duda publicados por disidentes refugiados en el extranjero, convocan a manifestarse en Pekín, Shanghai, Canton y diez otras ciudades importantes del país.
Muchos policías estaban presentes en el barrio comercial de Wangfujing, en Pekín, lugar de cita de los mensajes de internet, aunque no había señal de manifestantes.
La policía detuvo a dos personas: una que había insultado a las autoridades y otra que reclamaba “comida para comer”, una de las consignas sugeridas por los convocantes a las manifestaciones.
“No creo que la convocatoria a manifestarse haya que tomarla al pie de la letra. Nadie tenía realmente la intención de manifestar ya que hay demasiada policía”, declaró el abogado Li Jinsong, muy activo en la defensa de los derechos humanos.
“Pero al tomar esto en serio, la policía muestra cuánto le teme que la Revolución de Jazmín (Túnez) pueda influir en la estabilidad social de China”, agregó Li Jinsong.
Este llamamiento en la red al parecer ha llevado a Pekín a censurar la palabra “jazmín”, como es conocida la revolución de Túnez.
Las búsquedas realizadas hoy en el sitio chino Weibo (el equivalente de Twitter) de mensajes con la palabra “jazmín” no dieron ningún resultado.
El portal del popular motor de búsqueda Baidu explicaba que esta búsqueda era imposible debido a la ley y a la reglamentación.
Desde que comenzaron las protestas en Túnez, Pekín intenta restringir la cobertura mediática de estas manifestaciones populares, que se han propagado a otros países de la región (Egipto, Yemen, Argelia, Libia, Bahréin, Marruecos), alimentadas por el desempleo, el alza de precios y un poder no democrático.
El sistema de censura en la web en China se llama Great Firewall , una expresión que se podría traducir por “Gran Muralla informática”.
Esta “Gran muralla” expurga internet en China de temas como el Tíbet, los derechos humanos u otros considerados como sensibles.