Ciudad de Panamá. AP. El exdictador Manuel Antonio Noriega no tiene lujos en la celda donde está recluido en Panamá.
Una mazmorra con una cama sin almohada y sin televisor, es el lugar en donde empezó a pagar sus condenas panameñas.
Noriega, de 77 años, fue ubicado en una celda individual, sin lujos y en similares condiciones al resto de los detenidos, informó el Ministerio de Gobierno en un comunicado que acompañó con dos fotografías de la habitación.
La celda forma parte del centro penitenciario El Renacer, a unos 40 kilómetros al norte de la capital, en una zona boscosa, cercana al canal de Panamá. La prisión está alambrada en medio del bosque tropical húmedo.
El presidente panameño, Ricardo Martinelli, enfatizó ayer que el político debe pagar en la cárcel, sin privilegios, por todo el “horror” y “daño” que provocó su régimen en la década del 80.
“Aquí estamos cumpliendo con lo que dice nuestro sistema judicial. El señor Noriega tiene que venir a cumplir con su condena en Panamá, va a ir a la cárcel como cualquier persona convicta y sin ningún privilegio”, declaró ayer Martinelli a los medios de prensa.
Antes de su llegada al país, el mandatario reiteró que Noriega iría directo del aeropuerto a la cárcel El Renacer pero podría beneficiarse de una ley que permite a reclusos mayores de 70 años pedir prisión domiciliaria.
“Cárcel, allá en El Renacer, pero eso lo decide el sistema judicial, no el sistema político”, añadió.
El presidente, de paso, descartó versiones de sus opositores de que su gobierno apuró la extradición para desviar la atención de problemas que aquejan al país.
“La llegada de Noriega es para que cumpla con su pena, con la Justicia panameña, que el pueblo sepa que matar, robar y hacer todo lo que él hizo tiene su pena y su castigo”, subrayó el político.