“Venía en una bestia (mula) desde El Dragal hacia el municipio de Argelia. La bestia accionó la mina y el impacto fue más que todo en el lado izquierdo de mi cuerpo. La mula murió y a mí me llevaron al hospital inconsciente”, relató esta mujer de 23 años, que participa en un curso de desminado en El Retiro, en el departamento de Antioquia.
Como ella, otros 14 campesinos están siendo entrenados en desminado manual por la ONG británica Halo Trust en varias zonas montañosas de Antioquia, que registra la mayor cantidad de víctimas de minas antipersonales en Colombia.
Entre 1990 y diciembre del 2012 estos artefactos explosivos han dejado más de 2.119 muertos y 8.041 heridos y mutilados en todo el país, según el programa presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal.
Colombia, que desde hace medio siglo padece un sangriento conflicto armado por la acción de guerrillas izquierdistas, grupos armados de extrema derecha, narcotraficantes y fuerzas armadas estatales, es el segundo país del mundo con más víctimas de minas antipersonales, después de Afganistán.