Camps justificó la decisión señalando que no desea perjudicar las aspiraciones del PP en las próximas elecciones generales.
Al anunciar su renuncia, el político de 48 años, se declaró “completamente inocente” de las acusaciones en su contra y afirmó que ofrece este “sacrificio personal” para que el líder del PP, Mariano Rajoy “sea el próximo presidente del Gobierno” de España.
La decisión de Camps llega tras dos años de presiones y en medio de una fuerte polémica que apuntaba en la dirección del PP luego que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana anunciara el 15 de julio que Camps irá a juicio por cohecho pasivo impropio en la trama conocida como “la causa de los trajes”.
Las autoridades juzgarán a Camps, allegado a Rajoy, por el supuesto delito de aceptar regalos hechos con el fin de lograr algo no estrictamente ilegal en el marco del denominado caso
En concreto, se lo acusa de haberle aceptado trajes valorados en 14.000 euros a una empresa que se habría beneficiado de licitaciones públicas en su región.
Su salida llega poco después de haber sido reelegido en las últimas elecciones locales y regionales del 22 de mayo y con una amplia mayoría, pese a hallarse entonces ya inculpado en el caso. Su dimisión supone un golpe para el PP, que tiene en la Comunidad Valenciana uno de sus principales feudos políticos.
Además, su retirada se produce cuando en España se aproxima a los próximos comicios generales previstos en marzo del 2012.
En esas elecciones, Rajoy aspira a convertirse en el próximo presidente del Gobierno de España tras haber perdido en las dos anteriores convocatorias (la del 2004 y el 2008) frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
En los próximos comicios tendrá como principal rival a Alfredo Pérez Rubalcaba (exvicepresidente del actual Gobierno), elegido por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como candidato luego de que Rodríguez Zapatero declinara en abril buscar su reelección.
Sin embargo, la coordinadora de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, advirtió a Rajoy de que la dimisión Camps no le va a servir de “cortafuegos” para tapar la corrupción en su partido.
“No hablamos de trajes, hablamos de una profunda trama de corrupción que sacude al PP”, enfatizó Valenciano.
Rajoy aseguró de su parte que la dimisión de Camps es “un ejercicio de generosidad y de responsabilidad”, que “contribuye a mejorar la imagen y el prestigio de las instituciones” valencianas y españolas.
En un comunicado difundido una hora después de conocerse la renuncia, Rajoy destaca que el ya expresidente regional “forma parte de los grandes activos” del Partido Popular.
Francisco Camps fue el cuarto presidente de la Comunidad Valenciana desde la celebración de las primeras elecciones autonómicas en 1982.
La dimisión de Camps eleva a seis el número de presidentes autonómicos en España que renunciaron durante su mandato, por estar involucrados en procesos judiciales o administrativos.