Jerusalén /Ramallah/Washington (DPA).
Israelíes y palestinos reanudaron hoy de forma indirecta las conversaciones de paz, interrumpidas durante más de un año.
"Podemos decir que las conversaciones de acercamiento con Israel comenzaron", aseguró en Ramallah el negociador palestino, Saeb Erekat, tras la reunión que mantuvieron hoy el presidente palestino, Mahmud Abbas, y el enviado especial estadounidense George Mitchell.
Según Erekat, será el propio Abbas quien dirija el equipo negociador palestino en unas conversaciones en las que se abordarán todos los aspectos centrales del conflicto de Cercano Oriente.
Mitchell y Abbas habían acordado antes un plazo de cuatro meses para estas negociaciones, a las que el comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el comité central de Al Fatah dieron el visto bueno el sábado en Ramallah, después de una reunión de tres horas.
Por su parte el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, señaló que confía en que las conversaciones indirectas desemboquen rápidamente en negociaciones directas.
"La paz no se puede lograr a distancia o por control remoto, especialmente por el hecho de que nosotros y los palestinos somos vecinos", dijo Netanyahu al inicio de la reunión semanal del gabinete en Jerusalén.
La radio israelí informó hoy de que Mitchell regresará la semana próxima a la región, y recorrerá los pocos kilómetros que separan Jerusalén de Ramallah para las negociaciones.
El gobierno estadounidense aseguró hoy que esta primera ronda de conversaciones indirectas entre israelíes y palestinos fue "seria y de amplio rango".
Ambas partes dieron "pasos para crear una atmósfera que es conducente a conversaciones exitosas", apuntó el portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley.
Estados Unidos "recibió compromisos de ambas partes, y dimos garantías a ambas partes, que nos están permitiendo avanzar", expresó Crowley.
Las negociaciones directas entre israelíes y palestinos se suspendieron en 2008, cuando Israel se encaminaba a las elecciones generales.
El inicio de las conversaciones de "proximidad", como gusta Washington denominarlas, marcan la culminación de los intensos esfuerzos del gobierno estadounidense para que las partes regresen al diálogo.