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Nunca como hasta ahora los humanos habíamos sido capaces de almacenar y procesar tan grandes cantidades de información. En muchos campos, ya no es necesario trabajar con muestras: se tiene acceso a todo el universo de datos. Por ejemplo, los supermercados saben todo lo que compran todos sus clientes (y cuándo y dónde). Las telefónicas saben cuándo llama o envía un SMS cualquiera de sus usuarios.La evolución tecnológica de los últimos años ha permitido desarrollar el big data. Podemos analizar universos completos de datos y encontrar relaciones que nos permitan llegar a conclusiones que ni siquiera imaginábamos. ¿Qué implicaciones tiene esto? Dos expertos mundiales en la materia conversaron con La Nación sobre el tema.