Este espacio pertenece a Julio Rodríguez. Así será por muchos años, no importa quien lo ocupe. La voz de don Julio es insustituible y, para orgullo de La Nación, no puede ser desligada de nuestras páginas.
Este espacio pertenece a Julio Rodríguez. Así será por muchos años, no importa quien lo ocupe. La voz de don Julio es insustituible y, para orgullo de La Nación, no puede ser desligada de nuestras páginas.