No soy ni historiador ni politólogo, pero, de repente, eso de las “cruzadas” que nos inculcaron como un fenómeno circunscrito a la Edad Media sigue sobre el tapete con toda crueldad, del lado que sea.
No soy ni historiador ni politólogo, pero, de repente, eso de las “cruzadas” que nos inculcaron como un fenómeno circunscrito a la Edad Media sigue sobre el tapete con toda crueldad, del lado que sea.