Cincuenta y cuatro diputados pidieron un voto de censura contra el ministro de Seguridad, Juan Diego Castro. Hubo quienes, inclusive, demandaron su destitución. Pero ese agitado 7 de diciembre, la liebre saltó donde menos se esperaba, y quien anunció su renuncia fue la ministra de Información, Florisabel Rodríguez, en una conferencia de prensa convocada por el presidente José María Figueres.