Esteban Penrod Padilla conoció a una pareja de turrialbeños en una celda de detención de un aeropuerto israelí, mientras él fungía como cónsul de Costa Rica en ese país, en 2013. Le confesaron que estaban ahí para la extracción de un riñón.
Esteban Penrod Padilla conoció a una pareja de turrialbeños en una celda de detención de un aeropuerto israelí, mientras él fungía como cónsul de Costa Rica en ese país, en 2013. Le confesaron que estaban ahí para la extracción de un riñón.