Si lo sabroso de la vida se midiera, entre otras variables, por el poder de compra de la gente –poder para adquirir bienes como comedera, medicinas, obras de arte y servicios como visitas a museos, al gimnasio y viajes al exterior– habría que concluir que América Latina no pasa por su mejor momento, pues sus perspectivas de crecimiento económico para este año son bajísimas.