La cuesta abajo de la selección brasileña de Scolari acabó hasta con un estadio que hasta entonces se consideraba talismán para la Canarinha, el Mané Garrincha de Brasilia.
La cuesta abajo de la selección brasileña de Scolari acabó hasta con un estadio que hasta entonces se consideraba talismán para la Canarinha, el Mané Garrincha de Brasilia.