Dos sucesos recientes –uno en el 2015 en nuestra costa pacífica, otro en el 2016 frente al caribe nicaragüense– cobraron víctimas bajo las aguas y evidenciaron la necesidad de recordar que al mar hay que respetarlo.
Dos sucesos recientes –uno en el 2015 en nuestra costa pacífica, otro en el 2016 frente al caribe nicaragüense– cobraron víctimas bajo las aguas y evidenciaron la necesidad de recordar que al mar hay que respetarlo.