Escazú enfrenta la primera división sin apellido, léase que aún no tiene un patrocinador fuerte que le ayude a mantenerse a flote. Lo hace, eso sí, con la convicción de que su gran proyecto de ligas menores le sostendrá en juego.
Escazú enfrenta la primera división sin apellido, léase que aún no tiene un patrocinador fuerte que le ayude a mantenerse a flote. Lo hace, eso sí, con la convicción de que su gran proyecto de ligas menores le sostendrá en juego.