Cada año, un tipo gordo y de barba muy blanca baja hasta los hogares de casi todo el mundo, pero no por la chimenea, como dicta la tradición, sino a través de la señal del televisor.
Cada año, un tipo gordo y de barba muy blanca baja hasta los hogares de casi todo el mundo, pero no por la chimenea, como dicta la tradición, sino a través de la señal del televisor.