La UE tiene mucho criticable –su enorme burocracia, absurdas regulaciones y dispendiosos subsidios agrícolas–, pero la historia nos recuerda que, hoy más que nunca, el ideal liberal detrás del mercado común europeo merece ser defendido.
La UE tiene mucho criticable –su enorme burocracia, absurdas regulaciones y dispendiosos subsidios agrícolas–, pero la historia nos recuerda que, hoy más que nunca, el ideal liberal detrás del mercado común europeo merece ser defendido.