El que una vez fue un lúgubre compendio de aposentos para confinar a delincuentes y revoltosos es hoy la “casa” de 173 oficiales de la Fuerza Pública que velan por la seguridad y el orden en la ciudad herediana.
El que una vez fue un lúgubre compendio de aposentos para confinar a delincuentes y revoltosos es hoy la “casa” de 173 oficiales de la Fuerza Pública que velan por la seguridad y el orden en la ciudad herediana.