Quizás en Costa Rica nadie ha comprendido con tanta lucidez la envergadura de la tradición retratística como Marisel Jiménez (1947), quien la empleó como punto de partida para la creación de <em>El retablo de la corte de Carlos Jiménez</em> (1993).
Quizás en Costa Rica nadie ha comprendido con tanta lucidez la envergadura de la tradición retratística como Marisel Jiménez (1947), quien la empleó como punto de partida para la creación de <em>El retablo de la corte de Carlos Jiménez</em> (1993).