Hay áreas en los cromosomas 1,4 y 10 que podrían contener variantes genéticas que aumentan el riesgo de este mal. En su mayoría están orientadas a la gratificación y recompensa y al control de impulsos.
Hay áreas en los cromosomas 1,4 y 10 que podrían contener variantes genéticas que aumentan el riesgo de este mal. En su mayoría están orientadas a la gratificación y recompensa y al control de impulsos.