Sus papás los llevaban a ver aviones a la malla del Juan Santamaría y hoy son ellos los que, mediante tecnología y dedicación, alimentan la fiebre de los amantes de la aeronáutica.
Sus papás los llevaban a ver aviones a la malla del Juan Santamaría y hoy son ellos los que, mediante tecnología y dedicación, alimentan la fiebre de los amantes de la aeronáutica.