Los vehículos que se convierten en robots atraparon la imaginación de quienes en 1984 eran niños y jóvenes. Hoy, tres décadas más tarde, la fascinación por estos juguetes está más viva que nunca.
Los vehículos que se convierten en robots atraparon la imaginación de quienes en 1984 eran niños y jóvenes. Hoy, tres décadas más tarde, la fascinación por estos juguetes está más viva que nunca.