Gustavo Monge, como buen artista, es inquieto. Hace poco más de cinco años se trasladó a vivir a Ciudad de México para cumplir su sueño más persistente: dirigir.
Gustavo Monge, como buen artista, es inquieto. Hace poco más de cinco años se trasladó a vivir a Ciudad de México para cumplir su sueño más persistente: dirigir.