Etiquetas ángel de la guarda

lágrimas no hay ninguna reglamentación para el acarreo de ese tipo de carga; cada quien lo hace como le da la gana.Por lo menos mi escalofrío no es injustificado. Mientras nuestras autoridades desempolvan el proyecto de reglamento y dejan de tirarse la pelota sobre a quién le corresponde "ponerle el cascabel al gato", recemos para que un día de estos no nos abrase un hongo de fuego o no nos aplaste un tronco (crucemos los dedos para que esas cadenas y calzas de veras estén bien puestas).