La sorprendente rapidez con que constituyó sus empresas y los fuertes capitales que puso en circulación despertaron sospechas entre las autoridades de Interpol en Costa Rica, las que, en agosto de 1994, empezaron a seguirle la pista a Angel Antonio Castillo Rodríguez.
De acuerdo con el registro de entradas del departamento de Cómputo del Ministerio de Seguridad Pública, el yugoslavo Sulejman Asanosky, conocido como Angel Castillo, ingresó al país el 30 de mayo de 1993 con pasaporte guatemalteco, no obstante, para el 19 de julio de ese mismo año, viajó con documento costarricense.
La rapidez del trámite de naturalización --en menos de tres meses-- hace suponer que aunque no se detectaran contactos previos, el extranjero debió tener amistad con funcionarios claves, según informaron fuentes de Interpol.
Al inicio, las investigaciones se dirigieron hacia la ubicación de las empresas formadas por el yugoslavo, cuyo común denominador fue la palabra "Euro".
Sin embargo, la alerta de su presencia se dio con la cadena de denuncias que precedieron a las interpuestas en Guatemala por estafas. Interpol asegura que, además, hubo amenazas contra los acreedores pues --según la policía-- se trata de una persona agresiva, que siempre se hace acompañar de matones.
De sus numerosos viajes, se conocen como destinos Nicaragua, Miami (EE.UU.), México, Guatemala y Amsterdam (Holanda), desde donde se desplaza a otras ciudades europeas.
En cuanto a su familia, las autoridades solo tiene conocimiento de su esposa --que no identificaron-- y de su hermano Ramadan Asanosky, quien fue detenido la noche del jueves anterior como sospechoso de estafas por medio de la empresa Euroclub.
A Sulejman o Angel se le tenía ubicado hace dos semanas, luego se le perdió la pista y se cree que salió del país por vía terrestre. El extranjero tiene pendientes una serie de denuncias por estafa ante el Juzgado Cuarto de Instrucción.