La Sala Primera podría tomar medidas internas adicionales para el manejo de documentos de los casos que llegan allí.
Esta situación se da a consecuencia de la filtración del borrador de la sentencia sobre la mina Crucitas, que salió de la Sala y llegó a terceros.
Lo anterior se dio a conocer luego que William Méndez, exasesor de Industrias Infinito, compañía minera, lo reveló a los medios de comunicación.
Anabelle León, presidenta de la Sala Primera, advirtió que existe un protocolo interno para el manejo de documentos; sin embargo, el caso del borrador de Crucitas los obliga a revisarlo.
Según la magistrada, es la primera ocasión que sucede un caso de fuga de documentos.
Por ello, señaló, “no se puede achacar la falla al sistema de control y seguimiento que les damos acá en la Sala a los asuntos”.
En la Sala Primera se manejan por año 1.000 expedientes. La funcionaria sostuvo que hasta la fecha el sistema de control demostró ser bueno.
León aceptó que los cinco magistrados de la Sala Primera, entre permanentes y suplentes, además de dos letrados, tenían acceso al borrador de sentencia del caso de la mina Crucitas.
Explicó que cuando un magistrado inicia el estudio de un documento, lo pone a circular, para que sea visto por los demás.