El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) exige a las distribuidoras de gas detallar sus inversiones en nuevos cilindros y hacer reportes precisos del retiro de unidades en mal estado.
Este año, las empresas distribuidoras retiraron menos de 5.600 cilindros, señaló ayer Eduardo Bravo, jerarca de la Dirección de Transporte y Comercialización de Combustibles (DGTCC) del Minae.
Bravo dijo que pedirán informes periódicos de este proceso de retiro y extremarán los requisitos de operación de distribuidores y gaseras, que atienden a unos 475.000 usuarios de gas licuado de petróleo (GLP).
Del mismo modo, añadió, solicitan a las distribuidoras decir cuántos nuevos cilindros planean adquirir durante el próximo año.
Bravo señaló que la empresa 3-101-622925 Sociedad Anónima, que distribuye las marcas Petrogás y Sol, adquiriría 6.000 envases nuevos este año.
En el caso de Tomza, agregó Bravo, se propuso comprar 20.000 cilindros, de los cuales ya ingresaron 12.000.
La compañía Gas Zeta, por su parte, prevé comprar 40.500 recipientes en los próximos 12 meses. Empero, señaló el funcionario, el Minae se siente “insatisfecho” con la información remitida por esta y otras compañías.
“Vamos a presionarlas para que sean más precisas y claras. Del mismo modo, haremos más visitas a los planteles para verificar la calidad de los cilindros y la infraestructura de operación”, adelantó Bravo.
La necesidad de mayor regulación y control es aún una deuda del Gobierno con los consumidores, la cual se hizo evidente el 21 de enero del 2013, cuando la explosión de un cilindro de gas, al parecer con fisuras, mató a cinco personas en la soda Don Luis, en El Carmen de Alajuela.
El hecho mostró la ausencia de una normativa de seguridad para el manejo del gas GLP en Costa Rica, donde dos años y ocho meses después de esa tragedia que conmocionó al país, todavía no hay un reglamento por parte del Minae para regir la actividad.
Sigue la espera. Irene Cañas, viceministra de Energía, afirma que había una propuesta de reglamento del Gobierno pasado que el actual se negó a aceptar hace un año. El rechazo, aseguró, fue por vacíos que llena otro documento, ahora en consulta pública.
El lapso para remitir observaciones a ese texto vence esta semana, afirmó Cañas, quien confía en que el reglamento será una realidad en diciembre próximo.
Todo indica que pasarán meses antes de que sea oficial, pues falta realizar talleres con empresas, el Minae y Bomberos de Costa Rica para unificar criterios.
Por ejemplo, hay divergencias en cuanto a plazos para la “migración” de los cilindros hacia una tecnología de válvulas de rosca más segura, precisó Cañas.
Además, algunas empresas prefieren un llenado de cilindros de tipo universal. El Minae insiste en llenarlos segmentando marcas, para facilitar la trazabilidad de recipientes y sentar responsables en caso de un estallido.